la sospechosa solidez de las cosas (martin shenkman)

No habrá manera de dañar la pacha cuando aprendamos que somos sus hijos. Cuando seamos nuestros, otra cosa que robots u homo zappings.
Por el mail que mandaron pensé algo así como que el pacha es un cactus (sabio, mágico) y la clausura no es ni más ni menos que cualquier otra de sus espinas.
Billones de palabras, millones de abrazos, miles de besos, centenares (varios) de anécdotas, decenas de gualichos y el sentido de camaradería; todo eso pasó pasa y pasará en el pacha y es inclausurable.
La sospechosa solidez de las cosas me hace pensar en que lo que un día está, al otro se convirtió en vapor de luz. O sea que es la voluntad lo que sostiene al mundo.
El cc pachamama es amigo, imaginario, especial, fabuloso, plural, y, ahora, también inclaudicable.
Por eso no hay forma de doler nuestro sueño de más y mejor cultura. Porque vamos atrás de nuestros sueños para ir adelante de lo que se espera de nosotros.
De esta sima ir a otra cima; cimas anteriores en las que un cantor morocho muy conocido por estos lares del planeta acudía al pacha para satisfacer al menos una de sus necesidades biològicas, hasta otras cimas (hablo de noches) donde una veintena de pechos se inflaron de la poesìa y flotaron por los cuartos y explotaron en chasquidos de regalo a los y las poetas que primero regalaron (en casos hasta sin piel) las palabras que hicieron suyas.
Me gustó mucho su mail, muchachos y muchachas del pacha. Derrocha optimismo. La clausura hacia afuera para crecer hacia adentro. Muy hermoso. Digan en qué otras cosas podemos ayudar, además de escribir textos, así el pacha vuelve a ser opciòn de escenario amable, despacho alcólico, y ese rejunte de locos y locas que crean y aman la noche porteña.

Abrazos.
Martin.

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