Esquema de contenidos
Fase de exploración:
Identificamos el fenómeno literario en el discurso cotidiano, comprendiendo que la gracia del lenguaje vulgar implica un ejercicio literario absolutamente legítimo; entonces la literatura pasa a ser comprendida como una práctica dinámica y familiar.
A partir del desarrollo de algunos juegos sencillos de improvisación literaria, despojamos al lenguaje de su carácter funcional y utilitario, enseñándoles que la palabra es un material dúctil que pueden modelar a su antojo.
Reflexionamos acerca del sentido del arte y su razón de ser, el carácter ilimitado de la imaginación y los alcances específicos del universo literario.
Fase de profundización y desarrollo:
Investigamos las diferencias entre poesía y narrativa, tomando conciencia de los límites alcanzados actualmente en ambos casos.
Los interiorizamos acerca de la experiencia de las diferentes corrientes estéticas, identificando las técnicas concretas que descubrieron y aportaron.
Dedicamos un capítulo especial a algunos temas de particular relevancia: la herencia del romanticismo en el arte contemporáneo, el aporte de las vanguardias de principios del siglo XX, y la coherencia intrínseca del absurdo.
Analizamos las profundas afecciones sufridas por el lenguaje de las sociedades modernas y su repercusión en la literatura, la etapa actual de la revolución tecnológica en relación con el lenguaje, y la influencia del cine y la TV en la estética del siglo XX y XXI.
Fase de realización:
Indagamos alrededor de las cuestiones que tradicionalmente han merecido la atención de la literatura universal: el amor, la muerte, el heroísmo, el destino; desde la perspectiva actual.
Dedicamos un capítulo aparte a explicar la revolución que significó para el pensamiento filosófico el descubrimiento de la dialéctica en oposición a la moral aristotélica.
Los invitamos a reflexionar acerca de la cuestión estética: el texto puede estar perfectamente escrito, pero… ¿Es una verdadera obra de arte? ¿Qué lo determina? ¿Qué es una obra clásica?
Planteamos la necesidad de una disciplina de trabajo para el artista y la profesionalización del ejercicio de nuestra actividad, preguntándonos finalmente cuál es el compromiso estético del arte y su función en la sociedad.