la vasta experiencia de los clausurados (sol de iruyak)

Hola chicos,
soy Sol, la frecuentadora de noches, de clases de tango, la que no compartió marosa, la deprimida, la ex, la.
Me apena lo ocurrido, y no.
Creo que la ruptura aparece para dar lugar a un crecimiento, y eso duele ya pero abre el mañana.
Formé parte durante varios años de una casa muy similar al pacha, sólo que a mil km de distancia. Iruyac era su nombre y Salta su provincia.
La propuesta era parecida, la casa pretendía ser privada silvestre y sobrevivir sin habilitaciones ni leyes, y la magia era tan cierta como en argañaraz, sin demasiada explicación posible fuera de: unas paredes conteniendo gente, ideas, almas, arte, escucha, intercambio.
Iruyac albergó durante cuatro años toda esa potencia y resistió incontables acosos y acusos de la ley, de los vecinos, de los enemigos de la casa, del arte, de lo distinto, de la fuerza de lo vivo y conjunto. Definitivamente una parte enorme de su fuerza radicaba en esa resistencia, en esa irreverencia. Pero del mismo modo, parte de su final tuvo que ver con eso mismo, y quizás si hubiera encontrado un lugar más pertinente en el mundo aún podríamos compartirlo.
Pacha es ilegal, es privado, es pequeño, es acústico, es chasquido, es frasco de dulce. La cornisa divide una transformación que resguarde su esencia y una resistencia que los lleve por un camino recto y puro hacia el final.
Creo que el Pacha es un centro de vida que no debería terminar, que recién empieza a desplegar y pegar, que tiene mucho más por delante para ofrecer y recibir.
Por todo eso traigo mi experiencia norteña (o viene sola), recta pero triste, que siendo tan única, potente y fuera del común de todas las propuestas, hoy, a la distancia, pienso que no debería haber visto su final, aunque sea por prueba y error, por tranformación parcial o total, con manchas o sucia.
Mezcla de sensaciones que me produjo la noticia,
no sé si ayuda en algo,
para ayudas más tangibles también ofrezco
brazos y manos para extender o barrer.
Sol.